UN SUEÑO

Vivir la realidad y soñarla. Dos caras de la misma moneda. Los Seres Humanos tenemos la capacidad de interpretar los hechos que se nos presentan ante nuestros sentidos, así como también imaginarlos. La delgada línea roja más clara dónde podremos distinguir estas realidades paralelas es en el mundo de los sueños. No es casualidad que un gran teórico de nuestros tiempos haya detectado que los sueños pertenecen al campo de la manifestación inconsciente de las personas. La conciencia, según esta lógica, estaría dada por todos aquellos momentos que podemos hacer tangibles con nuestros sentidos. Lo inconsciente es aquello que está, que existe como parte constitutiva, pero que no se manifiesta salvo en contadas ocasiones. Pero siempre, aún a pesar de su fugaz existencia, son posibilidades reales. Es decir, pueden contener un grado de verdad absoluta. Lo cierto es que, más allá del grado de conciencia/inconciencia que un sueño pueda tener, siempre deja una sensación, siempre deja un resabio en nuestro comportamiento. Soñamos y algo cambió, así sea por unos segundos, unas horas, unos meses o para siempre, alguna reacción ante esa “manifestación inconsciente de sentido” nos brota. A partir de estas sensaciones es que empezamos a clasificar los tipos de sueños: pesadillas, “reales”, felices, tristes, y así sucesivamente. Pero siempre hay un patrón más de clasificación que excede todas las clasificaciones: hay días que tenemos sueños buenos y hay día que tenemos sueños malos. Dentro de estos últimos, se podrán encontrar a aquellos que, al pasar fugazmente por nuestra memoria, al dejarnos marcados la huella de su paso, nos hacen sentir tristes, desolados, melancólicos. Quizá ausentes, vacíos y sin esperanza. Esta clase de sueños son los que seguramente nos determinaran un muy mal humor en el día futuro a afrontar. Soñar con alguna pérdida, con alguna sensación de encierro, de caída o derrota nos afecta lo suficiente como para “ensuciar” nuestra conciencia. Pero, vaya a saberse a fortuna de qué, también existen los sueños lindos; aquellos que nos dejan degustando el sabor del bienestar, de la felicidad, de la dicha. Quizá estos puedan ser los más irreales y fantasiosos o tal vez se escondan en la más probable realidad. ¡Pero cuanta alegría sentimos al recordarlos! Son, en definitiva, los sueños que nos empujan a seguir adelante, a luchar por nuestra realidad, por nuestra existencia. Son los que nos permiten atesorar las esperanzas necesarias para pasar el temporal de nuestra realidad sin ser afectados. Y, mientras más cerca de la realidad se ubiquen, más ánimo y ganas nos inyectan. Quizá aquí se esconda la lógica de la psicología humana, y sinceramente no me importa. Lo único que me importa en este momento es contarles que yo, hoy, tuve uno de estos sueños lindos, que se podrían encontrar fácilmente en la realidad si uno hace lo que sabe debe hacer. Hoy soñé que me decías que me amabas. Y, lo mejor, fue simplemente un sueño.

INVIERNO Y LLUVIA

INVIERNO Y LLUVIA

Qué injusta que es la vida con algunas palabras. ¿Cómo es posible que un par de simples letras significando una realidad puedan tener una carga simbólica denotativa tan, pero tan negativa? Vaya a saber uno en que tipo de especie nos hemos convertido; pero con seguridad, si nos detenemos a analizar unos momentos, descubriremos que estamos muy lejos de lo que deberíamos Ser. Me resulta casi incómodo tener que tratar de explicar una obviedad tan grande, pero a veces es necesario que alguien nos ponga un freno y nos haga ver a nuestros alrededores. Quizá peque al explotar a continuación aquel rasgo que más atenta a sentirme dentro del mundo de las rarezas, pero puedo asegurar con orgullo que, a veces, se siente muy lindo. Por qué, tal vez, pueda sonar raro cuando diga sin sonrojarme y triunfante que AMO EL INVIERNO, Y MÁS AÚN CUANDO LLUEVE. Lo bueno es que la rareza se termina convirtiendo en un “efecto de sentido” en el otro cuando uno puede expresar lógicamente sus sentimientos. Y eso es lo que pretendo hacer acá. Plantaré bandera; me posicionaré, escondido en este vaivén de palabras, como un ferviente defensor del frío y la tempestad. Y reconozco que esta posibilidad no sería posible si no me encontrara en aquel día que, algunos dicen, “Dios creó para descansar”. Bendito Domingo, frío y lluvioso, que me obliga a encontrarme conmigo mismo en las paredes de mi hogar. Hogar, que en definitiva, es propio, nuestro, nos identifica. No quiero que esta propiedad del hogar suene a una inconsciente defensa a la propiedad privada, ya que no estoy hablando del placer de poseer un hogar; sino del placer que da sentirlo como parte de uno (y del cual considero que TODO SER HUMANO debería poder darse el lujo de poseer). Ya que, en definitiva, es en su hábitat donde uno deja huellas desparramadas por todos los rincones de su Ser, de su forma de ser y de lo que tal vez nos gustaría Ser. El Invierno y la Lluvia no son más que momentos; que condiciones climáticas específicas en nuestra vida. Forman parte de nuestro “contexto”, el cuál es dado a nuestra vida para que nos adaptemos. Por lo menos, así funciona el Mundo; así funciona la Naturaleza o, mejor dicho, así debiera funcionar. Y nosotros, por más que constantemente intentemos huir de su dominio, no podemos dejar de ser parte de ella.

Es increíble lo estúpido que nos hace ser objetivamente razonables. Como raza nos enorgullecemos de tener la capacidad de no sólo adaptarnos, sino también transformar el Mundo que nos fue dado. Seguimos con una ceguera aberrante un viejo par de filosofías baratas y zapatos de goma que nos dicen que somos nosotros, los Seres Humanos, con nuestro pensamiento, los que construimos “lo natural”; que las cosas no existirían si no son primero pensadas. ¡Cuánta soberbia en ese pensamiento! ¿Realmente ustedes creen que es posible que si nuestra especie fuera exterminada de la faz de la tierra el aire no seguiría corriendo; los árboles creciendo; la lluvia haciéndole cosquillas gota a gota a la tierra; o el invierno crudo y espeluznante dejaría de existir? Somos piezas, fichas, en este juego que algunos osan llamar Naturaleza. No seamos obtusos y entendamos que no depende de nosotros crear las reglas de este juego; simplemente debemos cumplirlas y jugarlas. Y, cómo en todo juego, la idea es divertirse y no ganar. Quizá sea por esto que amo el invierno y la lluvia, en un Domingo cualquiera, del corto tiempo que se me ha dado para disfrutar la materialidad de mis, hasta ahora, veintisiete años de existencia. Será qué haya encontrado aquel maravilloso equilibrio del cuál Mario Benedetti hablara en “La borra del café”, el causante de tal sentimiento:

“…Aquel suceso hizo que me sintiera vacío, ausente, distanciado. Del mundo, de la historia, del futuro. Tuve la sensación de que las decisiones trascendentales serían inevitablemente tomadas por otros, que yo siempre estaría al margen y que mi única posibilidad (no olvides que entonces me dedicaba al atletismo) era correr por el andarivel que otros me adjudicaran. Después pasan los años y uno aprende que las cosas no son tan inamovibles, que siempre queda un segmento de decisión del que uno es responsable y de cuyo compromiso no te podés librar tan fácilmente. Cuando por fin llegás a la conclusión de que el mundo es enorme pero que tu mundo es chiquito, ahí empezás a recuperar el equilibrio, bah, ese poquito de equilibrio que nos tocó en el reparto y que no hay que dilapidar.”

Bajo la tutela de este equilibrio es que me permito el atrevimiento de expresarles que si el invierno y la lluvia les resultan desagradables, es porqué algo no están entendiendo, algo se les está pasando; algo, en definitiva, les está haciendo perder el equilibrio. Yo, por mi parte, agradezco la posibilidad de poder disfrutar un día frío y lluvioso, y mucho más aún cuando ese día es mi día de “descanso”. Será por eso que quedarme en mi hogar me hace bien; será por eso que el “calor” de mi casa me reconforte tanto; será por eso que pueda sentarme a escribir lo bien que me siento un día cómo hoy. Quizá, y de una vez por todas, sea por eso que a veces me siento un tipo raro. Pero no es casualidad que pueda ser al mismo tiempo el tipo que se siente orgulloso de sentirse Feliz. Por todo lo dicho hasta aquí, y por mucho más también que no me he dado el lujo de expresar, es que no puedo dejar de maravillarme al ver cómo es que el Invierno y la Lluvia, aquella combinación tan odiada por la mayoría, me inspira tanto. Será consecuencia de mi soledad que yo pueda disfrutarme tanto.

ANSIEDAD

Ansiedad.

Estas solo; gota por gota resuenan en tus oídos; el perro tirado, mirando fijamente cada recoveco del cuarto. Tildado, como participando de una espectacular acción en la dimensión desconocida, de repente caes a tu realidad. Te das cuenta que Bob Dylan está de fondo, no lo habías notado antes, ya que estabas concentrado en las gotas. De repente, tus sentidos se alteran. Aquí empieza, crece con fuerza esa sensación interior que es impulsada por tu razón. No sabes porque, ni que, ni como. Sólo sabes que quieres hacer algo. Escribir un guión, mirar alguna de las excelentes películas que tenés tapadas con polvo, , buscar la manera de que la inspiración y la creatividad fluyan en ti.. Se despierta súbitamente dentro tuyo la idea; quieres hacer algo, miras a tu alrededor, mueves sin cesar tus piernas de un lado a otro; la situación es incontrolable; piensas en tus amores, en tus no amores y en tus posibles futuros amores; elaboras un plan maestro para retener a aquella persona que quieres. Recuerdas a las personas que ya no están contigo, a las que siguen estando y a las que están pero ya no quieres que lo estén. Pasa tu familia, tu trabajo, tu estudio y tu vida a millones de revoluciones por minuto. Los cigarrillos! Donde están los cigarrillos!? Si, sabes que ellos te pueden tranquilizar un poco, te pueden hacer aclarar la idea. Con el pulso nervioso, enciendes uno. El humo nubla tu cara, lo respiras relajadamente. Al cabo de 10 segundos, crees que el cometido esta hecho…te relajas. Pero la nicotina se consume tan rápido como la siesta de la tarde. Nuevamente la desesperación. “¿Empiezo a buscar otro trabajo?”, “¿dejo la facultad y me rindo a la inmensa corriente de alienación que amenaza desde años mi intelecto?”; piensas sin cesar. Te paras, recorres el cuarto de punta a punta, a pasos gigantes…empiezas a entender que no tiene sentido lo que estas haciendo, pero igual continúas…Abres la heladera, buscas algo que pueda distraer tu mente por unos minutos, tal vez un poco de helado, algún rico postre…pero no, recuerdas nuevamente que estás solo y que vives sólo, y el arte culinario lo guardas para algunas visitas “especiales”; “¿quién me mandó a vivir asi? Si me hubiera quedado con mamá estaría diez veces mejor y encima habiendo ahorrado” Ya está, es tarde! Entraste en una espiral interminable, que escurre gota a gota tu sufrimiento. Desesperado, tratas de ganar en una última mano, buscando el milagro...enciendes la tele, el zapping siempre ayuda a desconectar las neuronas, pero no. Sabes que no quieres eso. Ya rendido, te tiendes enfrente del maldito monitor de tu computadora, aquel tan bonito de cristal liquido que te hace poner estúpidamente orgulloso. De repente, el mundo se para a tú alrededor; para la lluvia, se duerme el perro; el aire se hace denso, no se escucha nada. Y así, como por arte de magia, agarras el mouse, te diriges rápidamente al bendito menú inicio, buscas la maravillosa aplicación “Microsoft Word” y, en un abrir y cerrar de ojos, hayas la solución. Te relajas, pones la mente en blanco y empiezas a escribir. Salen las primeras y más hermosas ocho letras que jamás habrían podido ser tan perfectas como en este momento, las cuales forman la palabra “Ansiedad”.

¡AY AMOR, ALGUIEN GOLPEA A MI PUERTA!

¡Ay Amor, alguien golpea a mi puerta!

Hace un par de meses que tengo ganas de hablar sobre el Amor. De hecho, ya me lo he propuesto en varias oportunidades, he tomado el tiempo de preparación mental para tratar de descifrar qué es lo que les quería tratar de transmitir cuando mi mente piensa en Amor. Pero sucede que todas esas veces que he intentado, nunca he podido concretarlo. Siempre me encontré con un vacío tan, pero tan grande de significados que me resultó imposible encontrar palabras para transmitir sus sensaciones. Buscando palabras con sentido, me encontré con el más crudo sin sentido del Amor en mi vida. ¿Por qué no puedo escribir sobre ese sentimiento? ¿Puede alguien describirlo? ¿Deberé abandonar las ganas y el deseo de transformar el significado de la palabra Amor tal cómo lo he hecho con la Belleza? Pensar en el Amor me trae más dudas que certezas. Obviamente como se habrán imaginado, la primera conclusión a la que he llegado es que es un error pensar el Amor. Si hay una palabra que se llama “sentimientos” y que significa algo, que es justamente lo que el Ser Humano posee además de la razón, y que, justamente esa misma sea, además, la palabra que puede describir al Amor, hace ilógico la idea de que esa sensación pueda ser analizada mentalmente. Amar proviene exclusivamente del campo del Sentir. La ilusión de la razón que tanto critico nos ha hecho creer que todo puede y debe ser pensado. Grosero error. El sentimiento (aún descrito en palabras, es decir, pensado) está hecho para sentirse. Los objetos deben ser pensados, las cosas, la materialidad de nuestra existencia debe razonarse; pero aquello que jamás podrá hacerse tangible, es decir, aquello que sale desde nuestro interior para el Mundo, debe ser liberado. Esto no quiere decir que vayamos como ciegos en un mundo ideal del sentido (si, si, “sentido” proviene, para este autor, de sentimiento; las cosas sentidas atribuyen sentido, como por ejemplo, las palabras). Eso también sería una grosería. Somos Seres Humanos y razón y sentimiento nos definen, son caras de una misma moneda. Privilegiar uno por sobre el otro, es limitarse, es negarse a la integridad de la raza. El Amor no debiera institucionalizarse. La Historia nos ha hecho acostumbrar a nuestros sentidos. Sólo somos capaces de definir los sentimientos, de detectarlos, mediante ciertos parámetros impuestos socialmente. Eso es limitar posibilidades. Eso es, para mi gusto, algo estúpido. El sentido común histórico ha generado esto. Nos acostumbramos tanto a pensar los objetos, a pensar las cosas, que pecamos y caímos en la trampa de también tener que pensar nuestros sentimientos. El Amor, lamentablemente, también sigue está lógica. Desde acá, mi humilde lugar en el mundo, propongo que esa lógica debe ser cambiada: deberíamos sentir nuestros pensamientos. Deberíamos intentar ser felices para vivir, y no vivir para ser felices. Deberíamos tratar de ganar sin ser campeones, y no ser campeones porque ganamos. El pensamiento sobre los sentimientos genera fallas, incongruencias y constantes negaciones. Da origen, para decirlo en otros términos, a la negatividad del pensamiento, es decir, el pensamiento negativo. Pensado en la otra lógica, el pensamiento sólo sería generado por las sensaciones que un objeto nos hizo sentir. Eso sería, cómo dije más arriba, sentir los pensamientos. El Mundo construido hasta aquí, nuestra modernidad, tiene su base, su origen, sui generis, en la lógica de pensar los sentimientos. En este incipiente Siglo XXI, el hombre se ha terminado convirtiendo en el hombre de las luces que, explicado muy sintéticamente, sería el que hace culto constante a su capacidad de razonar. Hoy, es el pensamiento científico lo que determina la veracidad sobre un objeto. La Ciencia, convertida en institución en esta Era, es la que, con sus palabras, guarda la capacidad de determinar lo correcto de lo incorrecto, lo bueno de lo malo. “La Ciencia dice que esto hace bien (entendido este “hacer” como un facilismo de “nos hace sentir”); que esto hace mal. Entonces esto debe ser cierto”. La Ciencia, analizada en su interior, es la que toma al Ser Humano y a su mundo como objetos (los científicos son seres humanos que toman a otros seres humanos como objetos, negándose de esta manera que ellos también lo son). Objetivizar al hombre, pensarlo como objeto, es negar la propia esencia del Hombre, es decir, es negar que el Hombre también siente. Por lo tanto, la historia “occidental”, ahora devenida en “globalizada”, es la que toma al Ser Humano en aquella etapa de su evolución como especie en donde el “Ser Humano” se define casi exclusivamente por su capacidad de razonar. ¿Y a su capacidad de sentir donde la guardamos? Esta lógica, esta forma de pensar llevada a la realidad, a la materialidad y tangibilidad del Mundo, es lo que algunos llaman “Sociedad Capitalista”. Lo que no se dan cuenta es que ellos mismos al denominarla así no hacen más que reproducirla, ya que esa característica de la sociedad es una característica pensada llevada a la realidad, no una característica real. La Ciencia, entonces, es lo que determina el sentido. Pero es el sentido lo que debería determinar a la Ciencia. Mientras no se logre entender esto, será imposible explicar los sentimientos. Por ello nunca pude escribir sobre el Amor.

Pero, sin embargo, aquí me encuentro, escribiendo sobre el Amor. Se que puede sonar incoherente luego de todo lo dicho hasta aquí; parecería ser que estas palabras se estuvieran negando dentro de este texto a ellas mismas. Pues fíjense que no. Lo dicho hasta aquí fue simplemente la explicación para poder entender porqué no pude escribir antes sobre el Amor. Y porqué ahora sí lo estoy haciendo. Es lo que permitirá demostrar, en definitiva, que lo que quiero contarles no debe ser entendido como algo que pienso al respecto, sino justamente como algo que estoy sintiendo. Y para poder transmitirles esto, debo contarles un par de cosas que me están pasando. Pues resulta que no hace más de un mes que el juego de las causalidades me ha llevado hasta allí, hasta ese destino. La fiesta de cumpleaños de una compañera de la facultad ha servido de escenario para el primer acto, la primer pieza movida en este maravilloso y asombrante Juego de las Causalidades. Porque han sido hechos específicamente determinados los que la llevaron a “pedir” sacarse una foto conmigo. Desde ese momento, el manejo de mi personalidad ahí dentro se vio fuertemente desorientado ante tamaña interrupción. Una chica hermosa me estaba pidiendo sacarse una foto conmigo. Nuestras Artes de Seducción se vieron modificadas al encontrarse ante ese acontecimiento específico. Yo debí adoptar esa capa de Hombre con palabras con sentido; creo que ella tuvo la necesidad de convertirse en esa angelical Mujer ingenua que ya sabe hasta tu número de documento. Se convirtió en algo así como “el ángel al cuál se le presentía el diablito interno”. Dado el tablero de esta manera, nuestras fichas de seducción se irían moviendo con el sentido de las causalidades. No será aquí en donde un Caballero cuente con lujo de detalles las formas que esas fichas han adoptado en esa noche; ni tampoco donde cuente cuántos triunfos y cuántas derrotas esas fichas nos han proporcionado. Quizá tan sólo pueda mencionarles que he probado los labios más hermosos y más perfectos que mi boca haya tocado. Pero lo cierto, es que sólo podré decir que en ese mismo instante fue el origen del nacimiento de nuevas sensaciones en mi interior. Algo raro comenzó a pasarme desde allí. Me encontré con una mujer hermosa haciéndome perder el control por un instante. Fue el primer contacto físico, visual y real con ella; el primer tez a tez de nuestra historia, aquel que ha dejado como consecuencia el golpe más duro que la dulzura me haya brindado ¿Cómo seguiría esto, en caso de hacerlo?

El segundo acto será el que acierte el tiro del knock-out; aquel en donde el origen de sensaciones sentido ese sábado a la noche, caerá con todo el peso de su fuerza sobre nuestros sentidos. Nunca imaginé que una conversación vía Msn podría contener tantas palabras con sentido. Fue algo tan bellamente extraño que ni aún los más ávidos lectores llegarían a comprender el verdadero sentido que se estaría construyendo si yo reprodujese lo dicho en esas palabras. Fue lo que literalmente se llamó una “conexión de otro Mundo”. Alegría, emoción, dulzura, calidez y felicidad serían algunas de las sensaciones que podrían describir dicha experiencia. Pero he tomado la decisión, que ha sido consensuada con la autora femenina, de reproducirles aunque sea un poco las palabras usadas en esa conversación que transmitieron tantas sensaciones. Quizá sea gracias a la astucia que vaya a utilizar una herramienta de escritura ya utilizada en otro de mis textos; pero lo bueno es que ayuda a generar un clima particular:

--- Lea ---

hooola!

Yani

hola!!

--- Lea ---

empezamos a hablar a las 00:00...justo en el comienzo de un día...¿qué será de ese día?

Yani

bueno ojalá q siga tan bien como empezó entonces

Yani

aunque yo tengo 23:59 !!!

--- Lea ---

sos muy dulce! (entonces es la "prehistoria" si empezó a esa hora xd, la prehistoria de un día...)

--- Lea ---

resumidas, obviamente, en 1 minuto!

--- Lea ---

com estás?

Yani

claro , bueno no se la prehisoria pero un dia anterior

Yani

bueno lo mismo , mejor , terminó un dia bien empezó otro bien tambien!

Yani

bueno bueno para ya porq bno quiero robarte el puesto q el poeta acá sos vos ! jaajj

Yani

muy cansada ! ya yendo a dormir en un rato

--- Lea ---

ehh, "poeta? te parece para tanto?

Yani

fue un dia muy largo , y vos q tal?

--- Lea ---

yo tengo q hacer un tp para la facu :S

Yani

es forma de decir , si querer te digo escribidor

Yani

existe esa palabra en el diccionario!

Yani

no lo terminaste ayer?:(

--- Lea ---

no! me quiero matar! encima hay q entregarlo mañana, je!

Yani

uyy....

Yani

bueno que el habalr conmigo entonces ea una mini pausa para segur haciendolo

--- Lea ---

seee, me encantó verte conectada...me dío una leve sensación de felicidad...

--- Lea ---

y ahora q estoy hablando con vos, esa sensación se ha transformado en realidad...

Yani

no estaba conectada , me conecté luego de haberte mandado el mensaje , con la leve ilusion de quizás encontrarte

Yani

no lo uso mucho

Yani

a veces

--- Lea ---

me gustás mucho, sabés? me generas una intriga tan encantadora...

Yani

y hablano de eso se desconectó !! :-S

Yani

yo?? intriga te genero ....

--- Lea ---

si, ganas de saber que más hay de lindo en esa persona q apenas conozco...

--- Lea ---

ese tipo de intrigas...

Yani

:$

--- Lea ---

tu foto q me hiciste ver en tu blog, la de mi firth bag o algo así...es realmente hermosa...

--- Lea ---

pq vos lo sos

Yani

jjaajaj

Yani

si te hice ver esas porq en las otras dos digamos q no salí fotogénica , jajaja

--- Lea ---

eso es lo q mas me gusto...

--- Lea ---

en las fotos "no fotogénicas" tenés en realidad una belleza "común"...sos muy linda para ser tan senscilla...pero a la vez, esa foto en particular q saliste tan hermosa, muestra una faceta de vos, faceta q tenés y q puede ser descubierta...y a mi me genera intriga el hecho de saber cómo puede serlo...me dan ganas de hacer pensar en vos...

Yani

no me ha quedado tan claro lo q me decis , pero mejor no hace flta entenderte todo

--- Lea ---

bueno, algo como lo q dijiste vos es lo que estoy tratando de explicarte a vos...

--- Lea ---

se que sos muy linda, pero aún no quiero descubrirlo todo...quiero esa intriga q me provoca ir descubriendo las cosas de a pedazos...

--- Lea ---

bueno, no importa, cuando nos veamos te lo explico mejor jejeje

Yani

me parece muy bien!

Yani

si !

--- Lea ---

la cuestión es q quiero verte de nuevo...tengo muchas ganas, para ser más correctos, de verte de nuevo

Yani

yo también ... estuve pensando bastante en vos y en general no me suele pasar ! en serio te digo

--- Lea ---

es una linda sensación, viste?

Yani

por ahi las mujeres se callan esas cosas , pero como yo viví en berlin y en brasil quizás desasimilé algunas cosas de las mujeres latinas

Yani

bueno es lo que discuto siempre con algunos amigos

--- Lea ---

es verdad lo q decís...

Yani

(mejor dicho algunas cosas de las mujeres argentinas)

--- Lea ---

la mezcla "cultural" si se quiere llamar q tomaste te define como sos...

--- Lea ---

tenés un poco de todas

Yani

si , lo mejro de cada una , jajaa ..mentiraaa

--- Lea ---

lo vas incorporando...

Yani

bueno , no quiero q te atrases en el tp!!!

Yani

asi q vos decime....

--- Lea ---

q querés q te diga?

Yani

no se, cuando tengas que seguir el tp !!

--- Lea ---

yo voy siguiendo...

--- Lea ---

vos quedate tranquila q yo sigo igual haciendo el tp...sos mi conexión permanente con el mundo en este momento xd

Yani

OK !

--- Lea ---

(tengo la mejor conexión) je

Yani

debe haber unos 12 grados , cielo cubierto , alta humedad.....

Yani

con posibilidad de lluvia

--- Lea ---

jajaj

--- Lea ---

no, esa no es la mejor conexión!

--- Lea ---

qué te gustaría hacer el sábado?

Yani

no se .. q se te ocurre?

--- Lea ---

yo no pregunté eso...

Yani

buenooo ahora me salió la mejor parte de mujer argentina , jjaa

Si llegaron a cuestionarse si la conversación recién leída debería ser entendida cómo ficción o cómo realidad, quiere decir que han entendido el sentido de las sensaciones que esta chica me hizo sentir en sus palabras. ¿Cómo no sentirme extraño, entonces, al enfrentarme a tan real belleza tan idealmente perfecta? ¿Es algo eso qué pueda explicarse con palabras?

Sensaciones de tal magnitud fueron las que tuve que aprender a manejar desde que esta chica apareció en mi vida. Me tuve que ver reflejado en su mundo para poder entender que cosas del mío debía cambiar para poder así pertenecer realmente al suyo. Esta Mujer es alguien que hizo que empiece a cuestionarme a mi mismo con su simple presencia. Me vi obligado a sentir qué lo que pensaba era incorrecto. Y tan sólo porque quería estar con ella. El Deseo de pertenecer a esa mujer fue más fuerte que cualquier otra Lógica que hubiera podido generar con mis pensamientos. Esto ya me dice algo: lo que me pasa, tiene que ver con los sentimientos. Pero, ¿de qué clase de sentimientos?

Hasta aquí, lo único que he aprendido es que no puedo escribir lo que siento, ya que el sentimiento es algo que no puede ser explicado con palabras. Mi antídoto para esa imposibilidad fue la de tratar de sentir lo que pienso, es decir, darle sentido a mis palabras. El relato de una historia sentida es lo que posibilitó descubrir que lo que me pasaba se inscribía en el mundo de mis sentimientos. Quedó pendiente, entonces, saber de qué tipo de sentimientos estábamos hablando. Y, sin embargo, estoy diciendo justamente que el encuentro de la Belleza encarnizada en una hermosa Mujer me hizo sentir luego un montón de sensaciones relacionadas con ella. Discúlpenme el atrevimiento, pero habría que ser muy boludo para no darse cuenta que aquí estamos hablando del Amor. No veo duda posible para tratar de comprender que sea lo que sea lo que esta Mujer me está haciendo sentir, tiene que ver con el Amor. No puedo asegurarles en qué fase de desarrollo dentro de este sentimiento me encuentro, ya que es una “incoherencia lógica” el tan corto tiempo que llevo conociéndola. Aún no están afianzados los cimientos para poder construir una relación seria con esta maldita Mujer que embrujo mis sentidos. Pero sí puedo transmitirles la ansiedad que me genera darme cuenta que esto me está pasando realmente. Me provoca un leve cosquilleo de los nervios imaginar el hermoso futuro que me puedo encontrar si decido compartir aún más el tiempo con ella. ¡Ay Amor, alguien golpea a mi puerta! ¿Debo dejarlo entrar?