La semilla cae antes que la flor marchite,
dando una muerte, la vida.
Yo te ví una vez, pura y hermosa en ese lugar;
la semilla de mi amor empezó a brotar.
El rocío y la humedad se hacían pegajosos,
en mi soledad, lágrimas de la desesperación
encausando un río de dolor,
le lloraban a tú vacío.
Pero tú ya estabas ahí, conmigo.
Lento el viento se va llevando el paso del tiempo,
grises dias constrastan con la luz que abriga mi alcoba.
Naúfrago en vida, ¡cuánta osadía!
De a poco mi barca iba llegando a la bahía.
Y tú ya estabas ahí, conmigo.
Una Tierra hermosa se me presentó.
Música, cantos y sonrisas allí compartían,
orgullosas, como habiendo derrotado al miedo,
el Reinado de la alegría.
Un Mundo de paz llegará,
eso ya lo sabía.
No hay que ser muy listo,
todo se dará porqué tú estarás ahí, conmigo.
Porque me gusta escribir; porque me gusta que me lean; porque me siento más cómodo mostrándole al mundo lo que soy y lo que pienso; porque quiero opinar y que opinen al respecto; porque no puedo dejar de sentir la necesidad de mostrar mi mundo con letras; porque necesito intentar hacerles sentir algo, ocupar un lugar en el mundo, es que me enorgullezco en tener este blog. Qué la libertad gobierne aquí en sus sentidos; sólo es necesaria una condición: que se use la palabra con sentido: