lunes, 17 de mayo de 2010

RESPETO POR LAS PALABRAS

Buenos Aires, 3 de mayo del 2010

Hoy llegué del “laburo” y me encontré en Internet con la editorial que Eduardo Aliverti realizó en su programa radial el primero de mayo del corriente año. “Respeto por las palabras”, creo que se llamó. Simplemente una Editorial majestuosa. Sobran allí las palabras para demostrar cuánto se pierde cuando no se respetan a las Palabras. Pero, por si alguno se quedó con alguna duda o quizá no haya tenido la oportunidad de escucharlo (http://www.youtube.com/watch?v=_fqv0_D_GQ8), tengo el deber entonces de comunicarles a ustedes lo importante que es que empiecen a entender que usar una palabra sin respetarla, sin entenderla, es tener un arma de triple filo en la mano. Por que el peligro ES triple. Primero porque corre peligro la propia denotativa de la palabra, que se la vacía, se la ultraja y se la deforma como si fuera un simple pedazo de plastilina en las manos de un niño; segundo...segundo en el plano de lo connotativo, porque corre peligro nuestra propia existencia cuando en nuestras propias vidas ponemos en peligro el verdadero SIGNIFICADO de la palabra "vida", es decir, aquello que ella connota; y tercero, porque corre peligro el sentido correcto que el uso de esa palabra debería significar, haciéndole perder al otro el sentido de sus propias palabras, poniendo así en riesgo su propia existencia. No quiero vivir en un país en donde las palabras no tengan sentido, en dónde tenga que maquillarlas con comillas, comas y mayúsculas para que se entienda el verdadero sentido por el cual fueron utilizadas. Por ello, es preciso que entendamos cuán imperioso es reconocer que quienes hoy manejan la construcción del sentido de nuestra realidad, es decir, aquellos que suelen confundir que "vivir bajo una libertad de expresión" significa lo mismo que "vivir bajo una dictadura" o aquellos que no pueden distinguir que "promover la iniciativa para dar posibilidad a que mas VOCES cuenten lo que está pasando" NO puede ni debe ser entendido igual que "un intento de CENSURAR la libertad de expresión", es gente que NO RESPETA A LAS PALABRAS. Al diccionario al cuál yo me remito, que en definitiva es el mismo al cual todos tenemos acceso, a esta clase de gente puede considerársela como "estúpido" (Falto de inteligencia). Que, en definitiva, son los mismos estúpidos que confunden que en este país ser una persona con "coherencia de pensamientos" (que de hecho éstos sólo y lamentablemente muy limitadamente pueden manifestarse a través de palabras), es lo mismo que ser "oficialista". Y al igual que el Señor Eduardo Aliverti, yo también "estoy harto de los Hartos que se hartaron ahora". Ojalá podamos vivir algún día en un mundo donde no tengamos que estar bajo “la Dictadura de la Palabra”. Pero mientras no entendamos el respeto que debemos tenerle, esa posibilidad, ese mundo posible entre tantos otros, se torna inalcanzable.

Muchas gracias y saludos.


Leandro Carlos Ivancovich (DNI 30.276.781)

PD: Y por si quedaba alguna duda, yo no necesito el anonimato, ya que no le tengo miedo a mis propias palabras. Debo respetarlas, así como espero que también lo hagan ustedes; pero jamás podré tenerles miedo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lindo desafío el de reconocer e interpretar a quien respeta las palabras del que no.

Y un interesante ejercicio también desarrollar y alimentar esta relación entre nosotros y ellas.

Saludos!